Existen proyectos inmobiliarios nacidos para cortar la respiración del que los contempla y el arquitecto mexicano Javier Sordo Madaleno se especializa en lograrlo. Arbolada, su proyecto de uso mixto -residencial y oficinas- en la exclusiva Avenida de la Reforma en Distrito Federal (México) es un claro ejemplo. Su principal característica, desde el punto de vista del desarrollo del proyecto, es el aprovechamiento de un terreno con una fuerte pendiente para generar un concepto absolutamente inesperado.
A Arbolada se accede por un lobby espectacular en un aparente primer piso. Sobre esta primera estructura se asienta el edificio de oficinas de cinco plantas. Una vez atravesado el acceso, descubrimos que nos encontramos en el piso octavo de uno de los cinco edificios que componen el conjunto.
Resulta impactante ver cómo los edificios se unen por medio de puentes y cómo las estructuras llegan hasta un jardín interno magníficamente cuidado. Para completar el espectáculo una de las torres tiene un umbral en forma rectangular del cual sale una piscina suspendida.
Los detalles de acabados y diseño interior no desmerecen al conjunto arquitectónico. La fachada está terminada con una resina de un tono beige que le aporta un acabado liso y muy elegante. Los puentes tienen la madera como material principal. Las ventanas de las oficinas tienen forma piramidal permitiendo la entrada de luz pero no la visibilidad hacia los edificios residenciales.
Sordo Madaleno desafía los límites en un terreno muy complicado para el desarrollo con un proyecto que rompe los esquemas desde el primer momento.